miércoles, 22 de abril de 2009

REPORTAJE EN PLANES DE SAN RAFAEL

MÁS QUE UNA ESTRATEGIA DE CONSERVACIÓN

El manejo del Parque Municipal Planes De San Rafael, es uno de los más claros ejemplos de capacidad y sentido de pertenencia que pueden tener los habitantes del sector, hacia un área natural de dichas condiciones, que antes de 1995 era una zona de gran extensión ganadera con sus respectivos impactos ecológicos en la zona propiamente dicha y en las áreas naturales aledañas, de gran importancia a nivel mundial como el Parque Nacional Tatamá.

En 1995 fue declarado parque municipal con el propósito fundamental implementado en toda Colombia, “conservación de fuentes hídricas” en este caso protección de la cuenca San Rafael para el abastecimiento hídrico de la población de Santuario.

Cuenta con una extensión de 103 hectáreas distribuidas altitudinalmente desde los 2060 m.s.n.m donde se encuentra el centro de visitantes, hasta los 3500 m.s.n.m donde se abre paso a uno de los parques nacionales más importantes, denominado como patrimonio de la humanidad, el parque nacional Tatamá.

He tenido la oportunidad de visitar el parque en tres ocasiones, percibiendo el aroma de frutales y cafetales, con la inconfundible fragancia de la naturaleza que desciende del Parque Natural Tatamá al parque planes de San Rafael, un lugar tan acogedor, que insta al turista a que pase y se recree por un corredor natural con gran variedad en flora y fauna, que inicia al ingresar al municipio por el hermoso valle del río Mapa.

En mi actividad académica como monitora de la asignatura de Ecología, he podido observar uno de los procesos más interesantes en el sitio, no solo por la importancia ecológica, sino también por la iniciativa, el esmero, y la persistencia de un hombre que cambió, lento pero drásticamente, su concepción y actitud, de cazador y ganadero a una persona enamorada de la fauna y flora de su territorio, Don Ovidio Ledesma, presidente de la junta de acción comunal que actual mente administra el parque y que ha entregado en estos últimos años mucho más de lo que pudieran hacer otras personas, que se supone trabajan para ello.

La Restauración ecológica en una zona que desde hace trece años fue colonizada y dominada por especies como helechos y zarzas, y que desde entonces no se observaba sino una desconsolante inhibición, que no permitía la expansión de los enigmáticos encantos de la naturaleza en su forma más pura, provenientes de la alta montaña, pero que ahora, es posible observar todo un sistema ecológico articularse en pro de la expansión, diversificación y germinación de nuevas semillas, para proporcionar un cambio paisajístico cautivador, con el disfrute de especies endémicas cerca del centro de visitantes, no será entonces necesario recorrer grandes distancias para observar y escuchar el cauteloso sonido de diferentes especies que se animaran a descender cada vez más, desde la montaña, por el sendero de cascadas hasta los lugares más cercanos del centro de visitantes que propicien el alimento y estadía de dicha fauna.

Esta es una de las imaginaciones mas lindas, a la que me he transportado en los comentarios de este hombre, mientras caminábamos en compañía de Jaime Carranza (profesor de ecología), por los senderos que se abrían paso, en aquella homogenización de helechos que en algún tiempo impedían atravesarlos y que por iniciativa propia de Don Ovidio quien ha intervenido ese desierto de helechos, con plantaciones de especies leñosas que dan sombra, para la inhibición de estas especies colonizadoras y que después de tres años empieza a observarse, como la naturaleza hace su parte diversificándose cada vez más, basto solo la iniciativa de un hombre y unos cuantos arboles para que la naturaleza demostrara su ímpetu y autonomía.



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